Enigmático, cambiante, tierno y paciente.
Aparece de pronto, sin necesidad de presencia física,
llevando en su nebulosa de humo engañoso hasta
el abismo donde frena, súbitamente... su persona,
dejando caer a otros.
Inteligente, frío y deshumanizante, sensibilidad prefabricada,
altamente contaminante, pero a la vez vacía carente de un
ápice de verdad.
Castigando con la peor de las penas; el aislamiento,
la incomunicación....
Como un valmont cualquiera, destilando ahora ya ningún
olor ni percepción. Inocuo, calma y equilibrio en una
única imagen donde hablar, algún día, en otra dimensión.
PD: el primer poema q escribí, bastante abstracto, creo he evolucionado, transmitiendo más. Aún así me sigue gustando.