Llevan juntos mucho tiempo, se conocen, se quieren, son hermanos, diferentes y a la vez unidos, disfrutan de la serenidad que les aporta su hogar.
Ella se gira para coger una taza de café, mientras prepara los platos con dulces para los invitados, dirige la operación con un leve movimiento.
Todo está dispuesto...él regresa tras realizar unas compras, de repente el olor a comida que proviene de la cocina le recuerda que hoy esperan visita.
Es lo habitual, su amabilidad y buen humor son su carta de presentación, saben que todo el mundo cuenta con ellos.
Su casa y los que allí residen son las piezas centrales de un puzzle, de un conglomerado, que irradia luz.
PD: Para Toñi y Félix, de alguien que les quiere.
2 comments:
Esto es placer domestico en la cadencia de la vida en común, tanta perfección siempre me rechina pero es un defecto de forma. Seguro que ese tipo de comunión es posible y tu la describes muy bien. ¿Te estas especializando en estampas de vida en la rutina y la placidez?¿que fue de la aventura?.
besos
Hola, la verdad es q las pesonas de estos escritos son muy buena gente y no me sale nada negativo, pero no he cambiado mi estilo, preparo una nueva aventura, esta vez urbana. El espíritu crítico y novelesco to be continued.... Nos vemos.
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