Me han regalado un pequeño cofre.
Procede de tierras lejanas, donde se
esconden historias y sentimientos,
que son los mismos.
De madera, hecho a mano con toques dorados,
y una mezcla de colores suaves.
Al abrirlo, su interior invita a guardar en él;
secretos, recuerdos, sueños, trozos de papel
con palabras: vida y verdad individual.
Sin escudos, auténtica realidad cristalina.
Cuando lo cierro, respiro y lo miro detenidamente,
sabiendo q no hay publicidad posible.
Entonces... recuerdo este rincón particular y privado.
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